Capitalizando aprendizajes de los últimos años en materia de digitalización y conexión, las empresas aseguradoras de la región tienen la oportunidad de rediseñar su futuro.
Las compañías aseguradoras de todo el mundo están ingresando en la tercera ola de innovación de la industria: la de los seguros generativos, tal como se desprende del estudio Insurtech Global Outlook 2024, elaborado por NTT DATA. Un recorrido que no es lineal y en que las diferentes etapas de superponen y generan continuamente desafíos y oportunidades. ¿Cómo pueden capitalizar las empresas latinoamericanas estas tendencias?
La primera ola fue la de los "seguros digitales”: las empresas del sector decidieron dejar atrás la aversión al riesgo y el apego a los procesos y los canales tradicionales para abrazar plataformas digitales y comenzar a ofrecer sus servicios en línea. Las insurtech jugaron en esta transición un rol decisivo, con sus propuestas que apuntaban directamente hacia los puntos débiles del sector: resolver necesidades de los clientes en unos pocos clics y ahorrarles los infinitos formularios en papel, los engorrosos trámites burocráticos y los traslados hacia las oficinas.
¿Los resultados? La vara en términos de experiencia del cliente quedó más alta y se lograron ciertas mejoras en términos de eficiencia y sostenibilidad aunque aún, como el mencionado estudio lo destaca, queda mucho margen de crecimiento. Aún así, vale aclarar que Latinoamérica es una región pródiga en casos de éxito de insurtechs y aseguradoras que están obteniendo valor de esta primera ola.
De la protección a la prevención
En un mundo en que las tecnologías evolucionan a un ritmo vertiginoso, emergió la segunda tendencia de innovación, la de los “seguros conectados”. A partir de la información en tiempo real de los asegurados que puede obtenerse con dispositivos y sensores de IoT (internet de las cosas), es posible generar una personalización absoluta de las condiciones y los precios de cada prestación, en base al comportamiento del cliente o las circunstancias en las que se desempeña.
Desde el punto de vista cultural, se trata de la transición de las aseguradoras de los tradicionales modelos de protección hacia otros más de prevención y orientados al servicio (incluso, este esquema sirve para implementar propuestas de "pago por uso”, tan de moda en el mundo de las nuevas tecnologías). Mientras tanto, quedan desafíos por resolver en relación a la privacidad de los datos que se comparten sobre los clientes.
Para cuando se consolide la adopción de vehículos conectados y hogares inteligentes en Latinoamérica, las empresas del sector ya deberían estar listas para surfear esta ola.
Integrando la inteligencia artificial
Aún con todo el margen de mejora y crecimiento que queda para los seguros digitales y los seguros conectados, la aparición explosiva de la inteligencia artificial (IA) generativa a nivel global también está impactando en esta industria.
La tercera ola, la de los "seguros generativos” es aún incipiente y, si bien su potencial produce intriga, sorpresa y hasta ansiedad, su éxito futuro depende de numerosos factores: la comprobación de que la tecnología se utiliza de manera ética y responsable, la capacidad de adaptación del cliente y que puedan demostrarse beneficios tangibles.
Concretamente, la IA generativa puede agilizar y simplificar los procesos de selección, presentación, procesamiento y liquidación de pólizas (todo puede hacerse en lenguaje natural y con asistentes virtuales inteligentes), optimización en la fijación de precios e hiperpersonalización de las propuestas en función a las características de cada cliente.
Las aseguradoras latinoamericanas, en conclusión, se enfrentan ante una oportunidad sin precedentes: la de aprovechar el poder y la democratización de todas estas tecnologías emergentes para competir en pie de igualdad en el mercado global y entregar los productos, los servicios y los modelos de negocios que satisfagan y hasta anticipen las necesidades de sus clientes.